En primer ciclo nos despertamos con la rutina de la mañana, los primeros minutos del día que dedicamos a percibir cómo nos sentimos, qué sucede en nuestro interior. Atendemos nuestro cuerpo y lo escuchamos para conocernos mucho más.
Nos preocupamos por mantener un buen ambiente de trabajo donde la cooperación es fundamental para crecer como individuo y como equipo.
Celebramos nuestro lema “VIVE” y lo tenemos presente en cualquier acontecimiento especial del centro. Nos ayuda a reflexionar y vivenciar lo que representa. Este año toca vivir a corazón abierto.
Confiamos en que es posible educar desde la expresión libre de sentimientos y el compartir respetuoso. Favorecemos el diálogo y la mediación como alternativas ante un conflicto.
Todo ello nos ayuda a alcanzar nuestra mejor versión y a mirar más allá de nosotros mismos.
“La paz mundial comienza con la paz interior”
Dalai Lama